sábado, 27 de diciembre de 2008

Apague el celular, aunque no sonaba mucho.
Y, no era que no quería comunicarme.
Solo que necesitaba del silencio la musica.
Un rato de armonización.
Un rato de masturbación mental.

Apague la tele, aunque me decían muchas cosas.
Y, no era que no quería informarme.
Solo necesitaba no ser asediado por noticias.
Un rato de meditación.
Un rato de maquinación funcional.

Y si no me acuerdo de lo que me dijiste es por que no me intereso.
Si no me acuerdo de lo que me enseñaste es por que no me sirvió.

Me sirvo un poco de te.
Me sobró un poco de paciencia, y me ate los cordones.
Salte de a dos los escalones de la iglesia.
Y justo al llegar arriba se rompieron los eslabones que me ataban con la realidad.

Levitaba.
Por sobre las ideas de toda la gente.
Alcanzaba pico máximo y arrebataba instrucciones.
Justo al llegar arriba cicatrizaron los pensamientos fallidos.
Me sentí libre de mi sombra.
Pero asediado por mi consciencia.

Me senté en un banco de plaza.
Vi a los chicos jugar, y al pedófilo que los miraba.
Vi a la chica de trece años con un bebe en la mano,
Vi a los hombres del mañana comer helado de vaca.
Despreocupados.
Carentes de la más eterna culpa.
Vi al político y su promesa.
Mientras un chico que se deslizaba por un tobogán se cortaba de punta a punta la pierna con una gillette entramada en el metal.

Cerré los ojos, aunque veía todo.
Y, no era que no quería formar parte de la escena.
Solo necesitaba escuchar los latidos de mi corazón.
Un rato de crucifixión.
Un rato de adulación mezquina.


1 comentario:

Jon Jon Dorkowo dijo...

Bla bla bla
Zarpado todo Abbbdul.
Re-copado y musica/silencio
Gracias.
Jon Jon