viernes, 6 de febrero de 2009

Aunque tu esplendor había sido en el lapso que une el invierno con el verano, aun conservabas pétalos magníficos. Las flores que vestían tu tallo era de envidia provocar. Las espinas que te adornaban, sabían guardar entre ellas mágicas gotas de sudor del cielo.

Coquetamente caminabas por la calle principal.

Adulantes percepciones.

Estaba sedentario en periplo mental.

...Pogretúi...

Pendulante dirigiste tu columna vertebral al banco que ostentaba abatir la gravedad. Calumnia el instante que supiste indagar. Los que andaban adelante se pararon a mirar.

Aunque tu esplendor hubiese caducado con el frió del invierno, las flores se hubiesen de marchitar y de lágrimas perder miles mas… aun imposible congeniar.

La frescura de tu instante con mi estanco artificial.

No hay comentarios: