martes, 7 de octubre de 2008

CD-R

Despegaste de ella el retazo de tela que la protegía,

Era la cuarta vez que te veía intentar agarrar a “el distante” con la mano derecha.

La que en el pasado había perdido un integrante; grande, gordo y siempre a contraparte.

Tercer intento fallido y a la otra buscaste.

Aunque noto era que no ostentaba de soberana técnica.

Ya que pocas eran las veces que en juerga cargaste con ella.


Disparaste contra los chicos de los barriletes.

Regaron el piso con vasos sanguíneos.

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